jueves, 23 de mayo de 2013

La Educación que queremos...

Durante siglos las clases bajas y las mujeres lucharon por tener acceso a educarse, y en específico a la lectura. Aquel que sabía leer tenía un poder intelectual por sobre el resto, podía acceder a conocimientos que otros difícilmente tendrían la posibilidad de obtener. Esto les daba un status y un poder de dominación, incluso quizá les daba la sensación de superioridad racial sobre la gran masa analfabeta. Esos otros estaban condenados a trabajar como esclavos, siendo el trabajo físico su modo de vivir, de sobrevivir, de obtener algún conocimiento, que como se entenderá, se limitaba al conocimiento práctico, no científico. Durante el siglo XIX la sociedad comenzó a comprender lo importante de esta cuestión. Importantes luchas se dieron en ese sentido. Algunas lideradas por movimientos liberales, otros de índole marxista, anarquistas... otras de corte feminista. En general el pueblo comenzó a ser conciente de la importancia de leer, y luchó por obtener el derecho a la educación. Muchas personas dieron su vida por esa causa, participando el huelgas generales, marchas, tomas, enfrentamientos directos con las instituciones militares, y en general todas las formas de lucha posibles. La educación era un derecho al que no tenían acceso, y habia que luchar por ello, por sus hijos, por las futuras generaciones, por una sociedad más justa... por la libertad. Y comenzó a dar resultados. La educación debía llegar a todos los sectores sociales, y el Estado se comprometió a ello, y estableció proyectos educacionales de todo tipo. Así por ejemplo en Chile la tendencia fueron los colegios de monjas alemanas, con todo lo que ello implica (religiosidad en las aulas, violencia, adoctrinamiento). Los Estados comprendieron el valor que tenía a su favor la educación de las masas, y comenzaron a establecer programas adoctrinarios. La educación pasó de ser el camino a la libertad, a la vía perfecta para crear esclavos inconcientes. Los capitalistas no desaprovecharon esta situación, y metieron sus garras en el sistema: la educación ahora además de adoctrinamiento, crea a esclavos especialistas, que saben leer, pero no comprenden lo que leen. La utilidad de leer se debe limitar a la lectura para trabajar... mientras la persona comprenda un manual de como hacer tal cosa, o para hacer un balance o cuentas contables, la lectura será positiva. Es así como llegamos a nuestros tiempos, en los que las personas salen a las calles a protestar por una educación gratuita, en la que el Estado debe ser el garante y responsable, pero en ningún momento se reflexiona en las consecuencias reales que ha tenido la educación como hoy la conocemos. ¿Es eso lo que queremos: más adoctrinamiento?. El Estado JAMÁS educará para concientizar. jamás creará a sus propios enemigos. Eso si es ser realmente utópico e iluso. La lucha por la educación que nos entregue la libertad ha sido tergiversada... la tarea entonces es reorientarla al camino correcto, uan educación libertaria, sin Estado, sin capitalistas, sin monjas ni curas... solo con el pueblo y para el pueblo, por su libertad.

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